¿Qué es un aneurisma?

Una de las manifestaciones más comunes de la enfermedad arterial es la formación de aneurismas.

Los aneurismas producen un ensanchamiento de la luz arterial que provoca un debilitamiento de su pared y predispone a la arteria enferma a una posible rotura espontánea, con gran hemorragia y con un altísimo riesgo de mortalidad cuando se trata de la aorta abdominal.

Los aneurismas pueden afectar a cualquier arteria del cuerpo, pero son más frecuentes en ciertos sectores como la aorta abdominal.

Factores de riego del aneurisma

Su origen depende de una suma de factores como son: el tabaco, la diabetes, la hipertensión arterial y factores genéticos. Se da con más frecuencia en varones, con una proporción aproximada de 5-6 hombres por cada mujer.

Si bien otros problemas arteriales producen síntomas conocidos, los aneurismas no, pues no suelen comprometer el flujo sanguíneo.

Aneurisma de aorta abdominal: qué es y cuál es su diagnóstico
Aneurisma de aorta abdominal: qué es y cuál es su diagnóstico

Cómo se diagnostica

Al ser pacientes asintomáticos es frecuente que se diagnostique de manera casual al realizar una ecografía o un TAC abdominal por otro motivo, como una revisión urológica o un estudio lumbar.

El riesgo de rotura espontánea depende del calibre del vaso aneurismático. A mayor tamaño del aneurisma, mayor riesgo de rotura. Esto obliga a realizar un tratamiento cuando alcanzan los 5-5.5 cms. de diámetro como norma general.

Hasta hace unos años un alto porcentaje de aneurismas llegaba al hospital cuando ya se había producido la rotura, pero en la actualidad gracias a las técnicas de imagen se detecta con más antelación.

Eco-doppler, una herramienta eficaz para valorar el tamaño y localización del aneurisma

Cuando se sospecha de la existencia de aneurisma de aorta abdominal (AAA) es preciso solicitar estudios específicos.

Nuestra principal herramienta es el eco-doppler color, que consiste en la realización de un estudio ecográfico no invasivo que muestra la estructura, movimiento y función de los vasos sanguíneos en tiempo real.

Asimismo, el eco-doppler permite valorar el tamaño y localización del aneurisma, el compromiso o no de otras arterias adyacentes, la presencia de aneurismas en otros sectores, etc.

El eco-doppler se emplea tanto en el diagnóstico como en el seguimiento de la enfermedad.

endoprotesis-aortica
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En algunos casos será necesario solicitar otros estudios complementarios (Angio-TAC) como sucede por ejemplo en personas obesas. En este tipo de pacientes, la presencia de grasa a nivel abdominal dificulta la visualización de la aorta.

Si el tamaño del aneurisma es inferior a 5 centímetros se establece un protocolo de seguimiento periódico cada 6 meses para valorar el comportamiento de la dilatación aórtica.

Cuando su calibre alcanza los 5-5,5 centímetros o cuando su tasa de crecimiento es igual o superior 1 cm, en un año se considera indicado el tratamiento. En ese caso es preciso solicitar otros estudios (arteriografía, angioTAC) que permiten obtener mediciones específicas de todo el área afectada. De este modo, se podrá diseñar la prótesis que, una vez implantada, excluirá el aneurisma. La prótesis se hace a medida en cada paciente.

¿Qué opciones de tratamiento existen para el aneurisma de aorta abdominal?

Hoy en día, la incorporación de la técnica endovascular en el tratamiento del AAA ha reducido notablemente la agresión sobre el paciente, ofreciendo una tasa de complicaciones muy inferior a la cirugía abierta y con un mínimo periodo de hospitalización. Todo ello agiliza la reincorporación del paciente a la vida cotidiana.

La técnica endovascular consiste en excluir el aneurisma del flujo sanguíneo mediante la introducción de una endoprótesis compuesta por una estructura metálica recubierta por un material sin porosidad que se coloca en el interior de la aorta, a través de pequeñas incisiones o punciones desde las ingles, sin necesidad de abrir el abdomen y por control radiológico. La sangre pasa por el interior de la prótesis y el aneurisma queda totalmente excluido de flujo, desapareciendo la posibilidad de rotura y hemorragia interna.

Permite una mínima hospitalización (24-48 horas) y su tasa de complicaciones es significativamente menor que la cirugía tradicional. Por este motivo está especialmente indicada en pacientes de edad avanzada que presentan un mayor riesgo quirúrgico.

El tratamiento tradicional ha sido la cirugía abierta, técnica más agresiva, con mayor estancia hospitalaria y con un post-operatorio más molesto pues exige abrir el abdomen. Aún se utiliza en pacientes jóvenes y sin enfermedades concomitantes, pero en los últimos años el desarrollo de la técnica endovascular ha ofrecido excelentes resultados tanto a corto como a largo plazo.