La insuficiencia venosa ha acompañado al ser humano a lo largo de su historia. De hecho, su origen está relacionado con la adquisición de la postura bípeda por parte del Homo sapiens, que por influencia de la gravedad, generó una situación fisiológica de aumento de la presión en el sistema venoso de la pelvis y los miembros inferiores (MMII).

Desde entonces ha sido objeto de estudio en los tratados de medicina de la Grecia Antigua, Egipto etc.

Su incidencia y prevalencia han ido creciendo conforme el progreso de la civilización y la vida moderna, estando relacionada con ciertos hábitos de vida.

Una de las enfermedades más frecuentes

A día de hoy podemos afirmar que se trata de una de las enfermedades crónicas más frecuentes entre la población.

Bien es cierto que muchos pacientes que la padecen consultan por un problema estético. Sin embargo, en algunos casos puede constituir un verdadero problema de salud que es necesario conocer, evaluar, diagnosticar y tratar eficazmente, a menudo empleando técnicas poco agresivas con excelentes resultados. Para lograrlo no se requiere de equipos de gran complejidad técnica, sino de un conocimiento más profundo del proceso patológico.

Esta enfermedad puede definirse como la incapacidad del sistema venoso para conducir la sangre hacia el corazón debido a un aumento de la presión en el interior de las venas.

Insuficiencia venosa crónica: causas, síntomas y tipos
Insuficiencia venosa crónica: causas, síntomas

Causas de la insuficiencia venosa crónica

Sus causas son diversas:

  • Una obstrucción en el flujo venoso por trombosis de un vaso o compresión extrínseca;
  • Por reflujo valvular (varices);
  • Por fallo en los mecanismos de bombeo venoso.

Detectar cada uno de los factores etiológicos nos ayudará a elaborar una eficaz estrategia terapéutica en cada paciente.

Síntomas de la insuficiencia venosa

Se caracteriza por la presencia de dos “síntomas” principales: las varices y la pesadez, que pueden manifestarse conjuntamente o por separado.

Las varices son dilataciones de las venas del sistema venoso superficial y a menudo el principal motivo por el cual el paciente acude a consulta. La pesadez se manifiesta por irritación del endotelio o capa interna de las venas del sistema venoso profundo debido al incremento de la presión. Son frecuentes los pacientes que tienen dilataciones venosas severas que no se acompañan de dolor ni pesadez.

Otro síntoma común de la enfermedad varicosa es el edema o hinchazón en las piernas.

En estadíos más avanzados pueden aparecer graves complicaciones: trombosis venosa, tromboembolismo pulmonar (TEP), úlceras, hemorragias, trastornos en la piel: dermatitis, eccemas, celulitis, pigmentaciones, etc.

Los síntomas clínicos asociados a la IVC se producen por acumulación de sangre en las venas de las piernas; por lo tanto se incrementan o agudizan en determinadas situaciones: al final del día, al permanecer mucho tiempo de pie o sentado, con el calor, etc.

Por el contrario, los síntomas mejoran al elevar las piernas, al movilizar las bombas musculares con la práctica de ejercicio físico (caminado preferiblemente), con el uso de medias compresoras, etc.