La trombosis es la formación de un coágulo de sangre en la luz de un vaso sanguíneo, en general nos referimos a este término cuando hablamos de trombosis venosa.

La formación de coágulos en las venas, depende de la alteración de la pared de vaso sanguíneo (lesión endotelial), cambios en el flujo sanguíneo (estasis o turbulencia) y desequilibrio de factores de coagulación que favorecen un estado de hipercoagulabilidad. Estos coágulos pueden desplazarse y obstruir el flujo de un vaso sanguíneo.

Los factores de riesgo de la trombosis venosa incluyen la edad, reposo o inmovilización prolongada, insuficiencia cardíaca congestiva, influencia estrógenica, embarazo y puerperio, antecedentes familiares, cáncer activo, catéteres permanentes, viajes de larga distancia, afecciones inflamatorias no infecciosas, obesidad, tromboembolismo venoso previo (TEV), intervención quirúrgica reciente, traumatismos graves y trombofilias entre otros.

La trombosis venosa, además de las alteraciones locales derivadas de la obstrucción del flujo sanguíneo, puede complicarse con el tromboembolismo pulmonar (TEP), que consiste en la migración del trombo hasta el pulmón, donde impide la oxigenación de la sangre y por ello presenta en los casos graves una alta mortalidad.

El sistema venoso de las extremidades inferiores suelen ser el sitio más común de formación de trombos, no obstante, las venas pélvicas y mesentéricas también pueden ser el origen de esta patología. Es importante hacer especial mención a la trombosis venosa de origen pélvico, muchas veces escasamente sospechada e infradiagnosticada, se debe considerar en el contexto de trastornos de congestión venosa pélvica (síndrome de congestión pélvica), puerperio, tumores en cavidad abdomino-toracica, coagulopatías y cirugías abdominales complejas, entre otras.

Siempre la mejor opción será la prevención. Por ello aconsejamos que ante la sospecha o la presencia de factores de riesgo es imprescindible el abordaje de las patologías que predisponen esta complicación.

No debemos subestimar su impacto, a nivel mundial una de cada cuatro personas muere por enfermedades relacionadas con la trombosis.